Es común que cuando hablamos sobre “metas de año nuevo” incluyamos aspectos relacionados a nuestra salud, hábitos y estilo de vida. Sin embargo, en muchas ocasiones establecemos metas con mucho entusiasmo y motivación, que conforme pasan los meses, se vuelven no tan realistas para nuestro estilo de vida.
En esta ocasión, quiero ayudarte a establecer metas con respecto a tus hábitos, para que el 2025 sea tu punto de inicio de hábitos sostenibles y que te aporten bienestar.
Primero, conócete y evalúate. Si no nos tomamos el tiempo de analizar las áreas a trabajar, mejorar o cambiar, es difícil que podamos establecer metas reales, útiles y sostenibles, que nos permitan sentir cambios, beneficios y nos motiven a continuar.
Algunas preguntas con las que puedes trabajar:
- ¿En cuántos tiempos de comida estás consumiendo vegetales?
- ¿Cuántos vasos o pachones de agua consumes al día?
- ¿Las bebidas que consumes son azucaradas, con licor o ambas? Si evalúas el número total de bebidas que consumes al día (vasos con agua, café, té, frescos, etc.) ¿Cuál es el porcentaje que representan las bebidas azucaradas o con alcohol?
- ¿Comes por hambre o por estrés /aburrimiento?
- ¿Sabes reconocer tu sensación de hambre, de llenura y satisfacción?
- ¿En dónde está tu atención cuando comes? ¿Tienes un momento designado para comer? ¿En cuánto tiempo comes?
- ¿Consumes fruta todos los días?
- ¿Realizas ejercicio por amor a ti o por castigo?
- ¿Cuántas horas del día permaneces sentado o estáticamente de pie?
- ¿Cuántas horas duermes? Al despertar, ¿sientes que descansaste?
- ¿Cómo es tu patrón de defecación? ¿y tu digestión?
Respondiendo a estas preguntas, puedes evaluar algunos aspectos a trabajar:
- Muévete mucho, realiza actividades diferentes, estimula tu mente.
- Descansa, aprende a que “no hacer nada” también es hacer algo.
- Hidrátate correctamente, esto será positivo para tu piel, riñones, intestino, células y para el desarrollo de muchas funciones de tu organismo.
- Idealmente, las frutas y verduras deberían de estar presentes en nuestro día a día, mientras menos bebidas azucaradas consumamos, mucho mejor.
- Respeta tus tiempos de comida, evita que tu atención esté en otras situaciones o actividades, siente los olores, texturas y sabores de tu plato.
- Aprende a distinguir si tienes hambre, si estás lleno o si estás comiendo por no gestionar tus emociones.
Lda. Dilma Samayoa / Nutricionista