EDUCAR

PARA PROTEGER EL FUTURO

Dra. Maya Serrano / Endocrino Pediatra

“LA EDUCACIÓN ES EL ARMA MÁS PODEROSA
QUE SE PUEDE USAR PARA CAMBIAR EL MUNDO”
NELSON MANDELA

La educación en diabetes es la única que nos da el poder, nos despierta; permitiéndonos comprender que tan falible, racional, y cercano a la verdad es lo que vemos, escuchamos o leemos. La ignorancia sobre esta condición suele sembrar solo miedo, enfermedad y sufrimiento.

La educación es la piedra angular del cuidado de la diabetes; y es la clave para un resultado exitoso a corto y largo plazo.

El objetivo de la educación diabetológica debe ser el de enseñarle a pensar.

A traducir el conocimiento adquirido, en conductas de autocuidado que pueda usar en su vida diaria.

Debe brindarle información práctica, que le permita desarrollar habilidades orientadas según su edad, el tipo y etapa de su diabetes; y estar encaminada a conseguir su control metabólico y bienestar social.

La educación diabetológica es la herramienta que le empodera a transformar su futuro y tomar las riendas de su vida.

El proceso de educación/aprendizaje
debe ser evolutivo

La educación inicial debe estar orientada a brindarle los conocimientos necesarios para enfrentar por primera vez el reto del diagnóstico y promover su autocontrol y autonomía de por vida. Es necesario incluirle a usted y a su círculo cercano (padres, pareja, etc). Tanto en la niñez como en la adolescencia, se comparten la educación y la responsabilidad del cuidado con padres/madres o cuidadores. Es importante que sea continua, y que evolucione con sus conocimientos y los avances en el tratamiento.

¿QUIÉNES LA PUEDEN IMPARTIR?

Profesionales de la salud con formación especializada en educación diabetológica, acostumbrados al trabajo interdisciplinario.

¿CÓMO DEBE ESTAR ESTRUCTURADA?

  • Plan detallado para diferentes edades, tipos y etapas de la diabetes , con recomendaciones sobre métodos y herramientas para alcanzar los objetivos.
  • Equipo multidisciplinario pediátrico entrenado en el uso de multidosis de insulina, con experiencia en terapia intensificada, basada en las necesidades de insulina basal y pradial.
  • Incluye discusiones entre el paciente, la familia y el equipo de salud; sobre resolución de situaciones de la vida cotidiana, establecimiento de metas, habilidades de comunicación y resolución de conflictos.