CÓMO MANTENER HÁBITOS SALUDABLES

PARA EL CONTROL DE TU DIABETES

Lda. Keren Julissa Santos AvilaNutricionista

La llamada diabetes mellitus, es un trastorno del metabolismo de la glucosa, que se da con bastante frecuencia en los países occidentales.  En realidad ese término incluye dos enfermedades cuya característica común es la de presentar un nivel elevado de azúcar en sangre:

Diabetes Tipo I: 

Se le llama también diabetes juvenil o insulinodependiente.  Debido a una infección vírica, a una toxina o a una reacción autoinmune, todo ello favorecido por una predisposición hereditaria, se destruyen las células productoras de insulina en el páncreas. Las personas con este tipo de diabetes, suelen ser delgados y necesitan administrarse insulina desde la infancia.

Diabetes Tipo II: 

También llamada diabetes de adulto o no insulinodependiente. Sus causas se desconocen, aunque se sabe que está favorecida por una alimentación rica en productos dulces y refinados, y pobre en cereales integrales. 

En cualquier caso, las personas con diabetes pueden presentar complicaciones agudas, como hipoglucemias y cetoacidosis, y otras enfermedades crónicas, como retinopatía, neuropatía, nefropatía, pie diabético o enfermedad cardiovascular, que afectan a su calidad y esperanza de vida. Estos problemas están relacionados con la edad, los años de evolución de la diabetes, el grado de control metabólico y el resto de los factores de riesgo cardiovascular. Por tanto, es fundamental adquirir hábitos saludables que ayuden a mantener este trastorno. 

ALIMENTACIÓN SANA:

La alimentación en los pacientes con diabetes no es muy diferente a la que debería tomar cualquier persona, lo único es que debe controlar o evitar los azúcares de absorción rápida (azúcar, miel, harinas refinadas, dulces, pan blanco) porque elevan de forma brusca los niveles de glucosa en la sangre. Por lo demás, son muy recomendables las verduras, las legumbres, la carne magra, el pescado, los huevos y la fruta. Para cocinar lo mejor es el aceite de oliva. Se deben eliminar las grasas de origen animal. Otro consejo es procurar que las comidas no sean copiosas. Es mejor comer poca cantidad y más veces al día.

EJERCICIO FÍSICO:

La práctica regular de alguna actividad como nadar, andar  en bicicleta o correr, a una intensidad moderada, aporta importantes beneficios: mejora la fuerza y la elasticidad muscular, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, retrasa la desmineralización ósea, ayuda al control de la tensión arterial y aporta mayor bienestar psíquico. Asimismo, en el caso de las personas con diabetes, favorece la disminución de la glucemia y mejora la sensibilidad a la insulina.

Importante: 

Además del tratamiento con fármacos e insulina, la alimentación y el ejercicio son pilares básicos en el control de la diabetes.