Aire puro, agua limpia, suficientes alimentos, medicinas y energía, temperaturas tolerables, un clima estable y protección contra la radiación ultravioleta solar, contribuyen entre otros elementos importantes, al proceso sustentador de la vida; mientras que el desbalance de los mismos, provoca enfermedades prevenibles y muertes prematuras.
A nivel mundial, las causas más importantes de enfermedad entre la población general son las infecciones de las vías respiratorias agudas, entre ellas: neumonías y bronconeumonías; y el pronóstico para el futuro es que continuarán estando en los primeros lugares hasta el final de esta década. En Guatemala, las mismas provocan el 70% de las muertes en niños menores de un año, y casi el 40% entre los menores de 5. La mala nutrición, la presencia de enfermedades concomitantes y el uso indiscriminado de antibióticos permiten a los gérmenes desarrollar nuevos modos de sobrevivir y causar formas devastadoras de enfermedad, especialmente en las poblaciones vulnerables, de las que no se escapan los niños con diabetes.
Cuando un niño con diabetes contrae alguna enfermedad infecciosa, sus niveles de glucosa pueden verse afectados; y se debe estar mucho más atento a las variaciones de la glicemia para poder prevenir cualquier descompensación metabólica. Sumado esto al estrés que induce la infección, el uso de algunos medicamentos que por sí mismos elevan la glucosa tales como esteroides o broncodilatadores, pueden desarrollar resistencia a la insulina e incrementar los requerimientos de la misma.
Medidas preventivas:
- Aumentar la frecuencia de los controles de glucosa por medio del glucómetro, ante hiperglucemia mantenida asociada a orina frecuente, mucha sed y mucha hambre.
- Aumentar la frecuencia de los controles en caso de enfermedad o malestar general.
- Realizar mediciones de acetona en orina cuando la glucosa supere los 250 mg/dl.
- No dejar de aplicar la dosis de insulina correspondiente.
- Evitar el ejercicio físico si la glicemia es superior a 280 mg/dl o en presencia de acetona positiva en orina.
Cómo proceder:
- Ante elevaciones de la glucosa y la presencia de acetona positiva en orina, es necesario aumentar la dosis de insulina de acción rápida para las comidas o administrar dosis extra de insulina análoga ultrarápida.
- Mantener una dieta adecuada y esperar al próximo control para verificar si la acetona ha desaparecido.
Si persiste la acetona a pesar de aumentar la dosis de insulina y/o aparecen síntomas como dolor abdominal, nausea o vómitos:
- Es importante asegurar la ingesta de líquidos, especialmente cuando hay fiebre, diarrea y otros procesos intercurrentes. Realizar controles frecuentes de glicemia cuando se presente fiebre o una enfermedad intercurrente.
- En casos de inapetencia, sustituir los alimentos sólidos por otros blandos o líquidos.
Contactar al equipo médico o acudir a un hospital en las siguientes situaciones:
- Ante vómitos no controlables
- Imposibilidad de garantizar la ingesta
- Alteraciones del comportamiento o de la conciencia, dificultad para respirar
Recuerda que el no atender estas recomendaciones, puede provocar riesgo de desarrollar una de las complicaciones más serias de la diabetes: La cetoacidosis o coma diabético.
Artículo por: Dra. Maya Serrano / Endocrinóloga Pediatra