Realizar ejercicio en cualquier etapa de la vida es importante, para poder activar el metabolismo.

Durante el embarazo, ayuda a controlar la diabetes gestacional y prevenir complicaciones.  Al activarse con distintos entrenamientos, mejora la sensibilidad a la insulina, se utiliza el azúcar en sangre como forma de energía inmediata, previene el aumento excesivo de peso y se reducen las complicaciones durante y después del embarazo, y sobre todo, ayuda a que la madre llegue al parto en las mejores condiciones físicas y metabólicas.

Ejercicios recomendables:

Dentro de los ejercicios más recomendados, se incluye: caminar, nadar, bicicleta estacionaria, yoga prenatal, entrenamiento aeróbico y de resistencia, circuitos y ejercicios cardiovasculares ligeros. De igual forma, siempre se recomienda platicarlo con su ginecólogo de confianza, para verificar su condición de salud actual y tomar en cuenta los posibles riesgos y así personalizar la duración, frecuencia e intensidad de los ejercicios.

Se recomienda que las mujeres con diabetes mellitus gestacional (DMG), realicen el ejercicio seleccionado, de 20 a 50 minutos, un mínimo de 2 veces por semana, con una intensidad mínima moderada. Y para saber el tipo de ejercicio ideal y su duración, se recomienda realizar una evaluación previa con su médico de cabecera y a su vez con su entrenador físico. Además, se recomienda no realizar ejercicios de contacto físico como: kick boxing. Incluso, es importante aprender técnicas adecuadas de respiración y evitar realizar ejercicios como: abdominales después del cuarto mes de embarazo.

Escuchar a tu cuerpo será la clave para cuidarlo. Si han realizado ejercicio antes de estar en el período de gestación, la adaptación física será más fácil y gradual.

Un factor muy importante es la alimentación durante y después de los entrenamientos, para mantener los niveles de glucosa en sangre regulados y tener la energía necesaria para realizar el entrenamiento sin desgastar su masa muscular.

Se recomienda, consumir un snack pequeño, al menos 30 minutos antes de realizar su entrenamiento, el cual se conoce como pre-workout, combinaciones energizantes y saludables, por ejemplo:
1 porción de fruta con 2 cucharadas de mantequilla de maní o de almendra o con 2 cucharadas de frutos secos horneados, 1 porción de fruta con 4 cucharadas de yogur natural o un licuado preparado con 1 porción de fruta y 1 vaso de leche baja en grasa y sin azúcar.

También incluir agua pura es importante antes, durante y después de su entrenamiento. Tomarla en cantidades módicas durante el tiempo de entreno e incrementar su consumo al finalizar la actividad física.

Al finalizar el ejercicio diario, siempre debe buscar recuperar y reconstruir la masa muscular trabajada, es decir consumir en promedio 15-25 minutos después de su entrenamiento un pequeño snack, conocido como post-workout. Se pueden incluir siempre proteínas magras de origen vegetal o animal, incluyendo derivados lácteos, por ejemplo: 1 yogur bebible bajo en grasa sin azúcar, 1 cajita de Incaparina sin azúcar o 1 cajita de leche descremada y deslactosada.  También puede ser 1 rollito preparado con 1 rodaja de jamón de pechuga de pavo y 1 rodaja de queso blanco light. Incluso pueden tomar 1 batido, preparado con una cucharada de proteína sin azúcar. Incluso pueden consumir 2 huevos duros o 2 onzas de pollo desmenuzado. Todo dependerá también del horario de su entrenamiento.

Es importante:

Controlar los niveles de glucosa antes de hacer ejercicio. Y si mantienen una dieta saludable y balanceada, no es necesario consumir suplementos vitamínicos y minerales, ya que se logra absorber lo que el cuerpo necesita de forma natural, a través de todos los alimentos, si no tenemos ninguna deficiencia nutricional.

Visita a un nutricionista durante el período de gestación y lactancia, para que pueda brindarle recomendaciones nutricionales específicas y personalizadas.

Artículo por: Lcda. María José Bonilla / Nutricionista Clínica – Deportiva