LA IMPORTANCIA DE LA HIDRATACIÓN:

Debemos tener presente que, en los días calurosos, la hidratación es lo más importante. Tomar al menos 8 vasos de agua pura al día y buscar otras formas de absorber electrolitos, por lo tanto, recomiendo el consumo de frutas frescas y variadas, que son altas en líquidos, vitaminas y minerales.

Si tienen diabetes, recuerden que no hidratarse eleva los niveles de azúcar al máximo. Es decir que las temperaturas altas, pueden cambiar la forma en que el organismo usa la insulina, por lo que será necesario medir los niveles de azúcar en sangre, con más frecuencia y ajustar las dosis de insulina.

ALIMENTACIÓN SALUDABLE:

La alimentación saludable cotidiana durante el verano, tiende a romperse, por lo cual es vital mantener un monitoreo constante de los niveles de glucosa en la sangre. También, buscar alimentos que sean diferentes a lo tradicional, para variar un poco la rutina diaria, pero buscar que nos aporten líquidos, vitaminas, minerales, hidratos de carbono con fibra, proteínas magras y grasas buenas. Es decir, tener cerca alimentos que sean deliciosos, pero también nutritivos.

Mantener disponibles snacks prácticos: helados de fruta con yogur, yogures bebibles, agua pura (pueden agregarle rodajas de limón, hojas de hierbabuena o trozos de frutas), mix de semillas tostadas y sin sal, frutas variadas de temporada, ensaladas frescas, gelatinas sin azúcar, entre otras alternativas.

Otros consejos importantes en la alimentación de verano son: darle prioridad al pescado y a los mariscos frente a la carne roja, evitar las comidas abundantes, buscar carbohidratos de absorción lenta (cereales integrales), consumir preparaciones ligeras, frescas y libres de grasas.

ACTIVIDAD FÍSICA:

En el verano, se generan oportunidades para realizar mayor actividad física, por lo tanto, es preferible activarse en las primeras horas del día o en el atardecer, cuando las temperaturas son bajas.

Durante el ejercicio los músculos, consumen mayor cantidad de glucosa, por lo cual, se incrementa el riesgo de azúcar baja en sangre, sobre todo en ejercicios intensos, se eleva la sensibilidad a la insulina. Todo con horarios y moderación.

Además, debemos de viajar preparados, mantener los medicamentos, suministros y equipos para la diabetes, siempre en un lugar fresco, como en una nevera portátil y evitar las temperaturas elevadas.

Refréscate externamente: duchándote, estando en la piscina o en la playa. Es una época fantástica para el descanso y la diversión.

Artículo por: Lda. María José Bonilla / Nutricionista clínica